Correa dice que la Constitución ordena a la Asamblea la tarea de fiscalizar al ejecutivo, no a cada asambleísta. Alguien por favor haga una obra de caridad humana para ayudarlo a discernir mejor entre estupides y viveza, entre malandrin y estadista, entre idiota o ignorante.
Cada vez que abre la boca este Sócrates Ecuatoriano la embarra mas con frases estupidas que van más allá de todo sentido común.
Durante su enlace ciudadano desde San Miguel de los Bancos (Pichincha), Correa dijo que: “La Constitución ordena a la Asamblea la tarea de fiscalizar, no a cada asambleísta”; además ratificó la orden de que los ministros de Estado solo deben responde unicamente las solicitudes de información que provengan de la Presidencia de la Asamblea, excepto en el caso Duzac-Cofiec. “Ahí si respondan inmediatamente cualquier pedido de información, así sea de forma individual”, acotó monarquicamente.
Alguien debe ayudarle a este incapacitado mental a entender que cuando la Constitución de la Republica dice algo como: “La Asamblea es la encargada de fiscalizar al Ejecutivo”, esto quiere decir que tanto los miembros de la Asamblea en forma individual como la Asamblea Nacional como un ente Fiscalizador, pueden y deben fiscalizar al Ejecutivo, de la misma manera que la Constitución dice que: “La policía esta a cargo de la seguridad ciudadana”, esto significa que cada uno de los policías tiene esta función en forma individual y también en forma colectiva de proteger a la ciudadanía, y no debemos esperar que sea solo a través de una orden expresa del General de la Policía.
¿Pero de donde saca este tipo tantas pendejadas y estupideces? Yo me quedo asombrado de lo pícaro cínico sinvergüenza que es este tipo. Sino, tendríamos que esperar que todo el departamento de policía se ponga de acuerdo a ver si nos vienen a defender en un atraco, o habría que esperar la orden del General de Policía para que los policías muevan el trasero y se pongan a hacer su trabajo de defendernos.
Yo estoy mas que asombrado de la lógica ignorante que usa este hombre para huir de toda clase de fiscalización y control por parte de los Asambleistas.
Correa tiene tantos casos de corrupción en su contra que cada vez intenta usar ejemplos estupidos para confundir a la opinión pública y a la ciudadanía. Para citar otro ejemplo: La constitución también dice que: “Las fuerzas armadas están a cargo de la seguridad nacional y la defensa territorial”, en un caso de combate un soldado no va a esperar que todo el ejercito o un general de la orden de que el soldado se defienda.
Y otro ejemplo mas, también dice la Constitución que es responsabilidad de la Dirección de Inmigración y extranjería llevar el control migratorio. Esto no quiere decir que un oficial de inmigración no pueda requerir o solicitar el pasaporte y visa a un extranjero cuando tenga dudas de la legalidad de un individuo, y que en su caso, solo lo pueda hacer con una orden del Jefe máximo del Departamento de Inmigración, o cuando se ponga de acuerdo todo el Departamento de Inmigración. Que ridículo.
Por favor ya tápenle la boca sucia a este desgraciado. Como puede decir tantas pestilencias y estupideces, yo no comprendo como llego a ese puesto, y encima de eso usa todos los poderes del ejecutivo para salirse con la suya. TIRANO DICTADOR MISERABLE. YA BASTAAAAAAA!
¡Por favor, alguien ayude a este ignorante a no decir tantas estupideces!
Correa es el único Presidente en toda la historia Ecuatoriana, y quizá en todo el mundo, que llego por fin a interpretar la constitución a su gusto y antojo. Ningún otro Presidente dijo tantas estupideces como el las ha dicho en su gobierno.
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Presidente Pablo Ortiz García Viernes 19/10/2012 No suelo escribir a gente que no es amiga, menos aún a un personaje como usted, al que le llegan los adulos de su gente. Una carta como esta, le aseguro Presidente, si le enviara a Carondelet se quedaría en el escritorio de alguno de sus temerosos subalternos que en vez de informarle el contenido de estas letras, me harían llegar una esquela diciendo que “el señor Presidente conocerá de su comunicación”. En realidad, Presidente, lo que pienso en el asunto que más adelante detallo, es que tal vez no hizo caso al criterio de un abogado brillante y de recursos jurídicos con el cual usted cuenta en el Palacio. Presidente, en su última sabatina advirtió a sus ministros y funcionarios públicos con destituirlos si responden a cuestionarios preparados por cualquiera de los asambleístas. Les dijo que “todo debe ser pedido a través del Presidente de la Asamblea”. Presidente, lo que usted dice es absolutamente correcto y constitucional si estuviera vigente la Constitución de 1998 y la Ley Orgánica de la Función Legislativa (LOFL). La primera, sustituida por sus obedientes asambleístas constituyentes; y, la otra, derogada por sus sumisos asambleístas nacionales. La Constitución de 1998 contemplaba la posibilidad de que el Congreso solicitase a los funcionarios públicos las informaciones que estime necesarias (130, número 8). Y la derogada LOFL ordenaba que “cualquier legislador, a través del Presidente del Congreso Nacional o de los presidentes de la Comisiones, podrá solicitar información documentaria al funcionario competente del sector público”. Presidente, la Constitución de Montecristi no dispone que los asambleístas se dirijan a los funcionarios públicos a través del Presidente de la Asamblea Nacional. Los legisladores tienen la facultad “de requerir a las y los servidoras y servidores públicos las informaciones que considere necesarias” (120.9). La nueva LOFL, expedida por usted Presidente, no ordena que los asambleístas pidan, a través del Presidente de la Asamblea Nacional, información a los funcionarios del Ejecutivo. Si no me cree porque escribo en un Diario independiente, solicito revise los artículos 9, número 9, 26, número 3, 74, 75, 77. Pero como todo economista que se precie contrasta los datos, transcribo el artículo 110, número 3, de la LOFL: “Las y los asambleístas tienen los siguientes deberes y atribuciones: 3. Solicitar directamente información a las y los servido-res públicos”. Presidente, es bueno escuchar a personas que no le tienen miedo ni requieren de un empleo público para sobrevivir. Oiga a aquellos con principios, dignidad y honradez. Ponga atención a gente que no busca las migajas de su mesa para alimentarse. Recuerde un sabio proverbio: “El hombre tiene dos orejas y una boca, para oír el doble de lo que habla”. Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/pablo_ortiz_garcia/Presidente_0_794320708.html . Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com