John Kanzius descubre que el agua salada puede ser usada como combustible y además cura el cáncer

John S. Kanzius (1944 – 2009) fue un inventor, ingeniero de radio y televisión, propietario y operador de una estación en tiempo real de radio amateur llamada K3TUP de Erie, Pensilvania, inspirado por su propia batalla con la enfermedad mortal del cáncer, inventó un método que tiene el potencial para tratar el cáncer.

Kanzius también demostró, mediante un dispositivo inventado por el mismo, que puede “quemar el agua salada”. Ambos inventos implican el uso de una frecuencia de radio transmisor.

Kanzius, un autodidacta e inventor, dijo que fue motivado a investigar el tema del tratamiento del cáncer por su propia experiencia en la quimioterapia para el tratamiento del linfoma. Es muy factible que gracias a su descubrimiento, en un futuro muy cercano veamos muchas gaviotas volando despistadas alrededor de las gasolineras habituales las que llegarian a quedar abandonadas pues ya no serian necesarias ni una sola de ellas.

Todo esto sera posible si las empresas privadas se deciden a reanudar y desarrollar el invento creado por John Kanzius que utiliza el agua salada como combustible alternativo.

Por medio de investigaciones llevadas a cabo por este ingeniero, se dio cuenta que bajo las condiciones ideales, el agua salada podía arder a temperaturas muy altas, y con un poco de preparación y ciertos arreglos, podría muy bien ser utilizada como un combustible a utilizarse en los autos del futuro.

La aventura de Kanzius que desembocó en un inesperado descubrimiento, empezó debido a un diagnóstico de Leucemia en el año 2003. Enfrentándose a un tratamiento de quimioterapia que lo debilitaría, decidió que trataría de inventar una alternativa mejor a esta forma de cura contra el cáncer.

Fue entonces cuando al realizar esta investigación, fue a parar en el estudio del “RFG” (Radio Frequency Generator-Generador de Frecuencias de Radio),  una máquina que podía generar ondas de radio y enfocarlas sobre zonas muy precisas comprometidas con el cáncer.

Kanzius utilizó el dispositivo para calentar pequeñas partículas de metal insertadas en los tumores, destruyendo el cáncer en animales sin dañar las células sanas.

¿Qué tiene que ver el tratamiento del cáncer con el agua salada utilizado como combustible?

Tiene mucho que ver. Durante una demostración del RFG, se pudo notar que el aparato estaba causando que el agua se condensara en un tubo de ensayo cercano. Si el RFG podía hacer que el agua se condensara, en teoría, también se podría separar la sal del agua de mar. Quizá entonces se podría desalinizar el agua, un evento de proporciones globales.

Esto por si solo es toda una noticia halagadora dados los problemas que hay en ciertas partes del mundo y los altos precios del combustible. Durante esta primera prueba, Kanzius noto otro efecto muy curioso; cuando se acercó al tubo de ensayo que tenía el agua salada, vio que salían chispas. Esto no es una reacción normal para el agua salada. Kanzius hizo la prueba de nuevo. Esta vez encendiendo una servilleta y tocando el agua mientras estaba en la ruta de la máquina RFG. La sorpresa con la que se encontró fue mayúscula, –el tubo de ensayo entró en ignición-, y se mantuvo encendido mientras el RFG estaba puesto.

Al principio, las noticias de este experimento fueron en general vistas como algo falso, pero cuando los químicos de la universidad del estado de Pensilvania usaron el RFG, y realizaron los experimentos como Kanzius los había realizado, encontraron que efectivamente eran verdad. El RFG podía encender y quemar agua salada. La llama podía alcanzar temperaturas de hasta 3000 grados Fahrenheit y seguir quemando mientras el RFG estuviera en marcha.

¿Cómo se podía prender el agua salada?

Todo tiene que ver con el hidrógeno. En su estado normal, el agua salada tiene una composición estable hecha de cloruro de sodio (sal) e hidrógeno y oxígeno (agua). Las ondas de radio del equipo de Kanzius rompían esta estabilidad, degradando las ataduras que mantenía la química del agua salada junta. Esto libera las moléculas de hidrógeno volátiles, y el calor de la salida del RFG los enciende y los quema indefinidamente.

¿Funcionarán los coches del futuro con agua salada en lugar de gasolina?

Parece ser que esto va a ser más que una realidad, aunque en el aspecto político y económico las grandes empresas de refinería del petróleo ya no serian necesarias, por lo cual es posible que haya mucha oposición por parte de los grandes consorcios petroleros.

Referencias:

http://es.wikipedia.org/wiki/John_Kanzius

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